Lo mejor de los talleres de masaje es la energía que se crea entre los participantes, el Egregor lo llamaba un maestro de antaño.
Esa energía poderosa que se manifiesta cuando cada uno entrega lo mejor de sí mismo, cuando participa desde la alegría, desde el amor, desde el respeto con toda atención sobre lo que está haciendo y sin perder el sentido del humor, que hacer las cosas seriamente no es opuesto a reirse de uno mismo y con los demás.
Empezamos a conocernos desde lo más esencial y necesario, desde la piel y la caricia.
Nos mimamos, nos abrazamos y es por esta simplicidad por la que se crean unos vinculos que permanecen en el tiempo.
Es, en esta facilidad que tiene cada uno de darse generosamente, donde se forja la magia de los cursos, el momento único y creativo de ser, simplemente, sin disfraces, sin vestidos, ser amado, recibir y dar incondicionalmente, disfrutar, explorar cada pliegue, cada arruga, lo terso y lo blandito, entregándose abiertos a la magia del amor consciente.
Y luego, cuando nos recomponemos, cuando volvemos a nuestro vestido, algo brilla en nuestros ojos, algo diferente y es entonces cuando no podemos dejar de abrazarnos, cuando ofrecemos lo que somos, lo que tenemos con toda generosidad.
Uno ofrece su hogar a los que vienen de fuera, otro invita a pasar unas vacaciones en su casa de la montaña, otro te lleva en su coche hasta la estación, porque queremos alargar aún más el encuentro, y nos reimos, jugamos y sobre todo creamos otros espacios donde encontrarnos.
Ven, participa con nosotros en la magia del Umbral de Jade
Esa energía poderosa que se manifiesta cuando cada uno entrega lo mejor de sí mismo, cuando participa desde la alegría, desde el amor, desde el respeto con toda atención sobre lo que está haciendo y sin perder el sentido del humor, que hacer las cosas seriamente no es opuesto a reirse de uno mismo y con los demás.
Empezamos a conocernos desde lo más esencial y necesario, desde la piel y la caricia.
Nos mimamos, nos abrazamos y es por esta simplicidad por la que se crean unos vinculos que permanecen en el tiempo.
Es, en esta facilidad que tiene cada uno de darse generosamente, donde se forja la magia de los cursos, el momento único y creativo de ser, simplemente, sin disfraces, sin vestidos, ser amado, recibir y dar incondicionalmente, disfrutar, explorar cada pliegue, cada arruga, lo terso y lo blandito, entregándose abiertos a la magia del amor consciente.
Y luego, cuando nos recomponemos, cuando volvemos a nuestro vestido, algo brilla en nuestros ojos, algo diferente y es entonces cuando no podemos dejar de abrazarnos, cuando ofrecemos lo que somos, lo que tenemos con toda generosidad.
Uno ofrece su hogar a los que vienen de fuera, otro invita a pasar unas vacaciones en su casa de la montaña, otro te lleva en su coche hasta la estación, porque queremos alargar aún más el encuentro, y nos reimos, jugamos y sobre todo creamos otros espacios donde encontrarnos.
Ven, participa con nosotros en la magia del Umbral de Jade
